
Salud
Diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica grave en la que el organismo no puede producir insulina o no puede utilizar eficazmente la insulina que produce, lo que da lugar a niveles de azúcar en sangre superiores a los normales. La insulina es una hormona que ayuda a regular el azúcar en sangre permitiendo que entre en las células para producir energía. Sin una función adecuada de la insulina, la glucemia se mantiene elevada, lo que puede causar diversas complicaciones, como enfermedades cardiovasculares, daños renales y nerviosos, problemas de visión, mala circulación y mayor riesgo de infecciones.
¿Por qué es importante para las personas con DI/DD?
Las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo corren un mayor riesgo de desarrollar diabetes debido a factores como la movilidad limitada, la mala alimentación o la dificultad para acceder a la atención sanitaria. Además, las personas con discapacidad intelectual o del desarrollo pueden tener dificultades para reconocer o comunicar los síntomas, lo que puede retrasar el diagnóstico o el tratamiento. La diabetes no controlada puede provocar complicaciones graves, como cardiopatías, daños renales, pérdida de visión, mala cicatrización de heridas e infecciones, pérdida de miembros y, en algunos casos, incluso la muerte.
PREVENCIÓN
- Mantener una dieta sana: Seguir una dieta equilibrada rica en cereales integrales, verduras y proteínas magras, limitando al mismo tiempo los alimentos procesados y los tentempiés azucarados, puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre. Para las personas en riesgo, se recomienda trabajar con un nutricionista o dietista para crear un plan de alimentación personalizado.
- Haga ejercicio con regularidad: La actividad física ayuda al organismo a utilizar la insulina de forma más eficaz y puede contribuir a mantener un peso saludable. El ejercicio regular, incluso actividades ligeras como caminar o hacer estiramientos, puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2.
- Controlar los niveles de azúcar en sangre: Controlar regularmente los niveles de azúcar en sangre permite detectar precozmente cualquier cambio en el control de la glucosa. Esto es especialmente importante para las personas en riesgo o ya diagnosticadas de diabetes.
- Controlar el peso: Mantener un peso saludable a través de una dieta adecuada y ejercicio puede ayudar a prevenir la diabetes tipo 2, ya que el exceso de peso puede aumentar la resistencia del cuerpo a la insulina.
Conviene saber
- Síntomas comunes a la diabetes de tipo 1 y de tipo 2
Los síntomas pueden desarrollarse gradualmente y no siempre son perceptibles de forma inmediata en las personas con ID/DD. Incluyen aumento de la sed, micción frecuente, pérdida de peso inexplicable, hambre extrema, fatiga o debilidad, irritabilidad, visión borrosa, náuseas, vómitos o dolor abdominal, olor del aliento (a menudo descrito como afrutado o dulce). - Tipos de diabetes
- Diabetes de tipo 1 (insulinodependiente)
Este tipo de diabetes se produce cuando el sistema inmunitario del organismo ataca y destruye las células productoras de insulina del páncreas. Sin insulina, los niveles de azúcar en sangre aumentan de forma incontrolada. La diabetes de tipo 1 suele diagnosticarse en niños y adultos jóvenes, y requiere un régimen diario de inyecciones de insulina o una bomba de insulina para controlar los niveles de azúcar en sangre. - Diabetes de tipo 2 (no insulinodependiente)
La diabetes de tipo 2 se produce cuando el organismo sigue produciendo insulina, pero no es suficiente o no se utiliza eficazmente. Esta forma de diabetes se da a menudo en adultos y suele estar relacionada con factores del estilo de vida, como una dieta inadecuada y la falta de ejercicio. Aunque a menudo puede controlarse con dieta, ejercicio y medicamentos, algunas personas pueden llegar a necesitar insulina.
- Diabetes de tipo 1 (insulinodependiente)
- Tratamiento de la diabetes de tipo 1
El tratamiento de la diabetes de tipo 1 suele consistir en una pauta diaria de insulina. Esta insulina puede administrarse mediante inyecciones o una bomba de insulina. Además, las personas con diabetes tipo 1 deben controlar sus niveles de azúcar en sangre y de A1C. - Tratamiento de la diabetes de tipo 2
El tratamiento de la diabetes de tipo 2 suele incluir modificaciones del estilo de vida, como cambios en la dieta, ejercicio regular y control del peso. Si los cambios en el estilo de vida no bastan por sí solos para controlar los niveles de azúcar en sangre, pueden ser necesarios medicamentos o insulina. Los análisis de sangre ayudan a confirmar el diagnóstico y a controlar la evolución. - Control de la A1C: Pruebas de A1C
- Vivir con diabetes: Conceptos básicos
- Complicaciones de la diabetes no controlada: Diversas afecciones
- Calendario de atención sanitaria de la diabetes: Recomendaciones